domingo, 27 de marzo de 2011

Catalogo.


Hola, se que teníamos tiempo sin postear nada, me disculpo, hemos estado un pelo ocupados, ahora alguna vez se han preguntado ¿que se necesita para realizar un excelente catalogo?, bueno a continuación la respuesta:

 Ok. un catálogo, tanto impreso como digital es una publicación en la que se promocionan los productos y servicios de una compañía

Vale basicamente las ventajas de los catalogos son las siguientes: 

Los clientes tienen la posibilidad de ver con detenimiento las fotografías de los productos y de leer con tranquilidad las descripciones detalladas y los precios. Pueden consultar estas piezas en el momento en que lo deseen. Así, los catálogos facilitan la compra por parte del público.

A través de ellos los clientes potenciales pueden tener una idea general de los productos de una empresa, de forma rápida.

En caso de ser un material impreso de calidad, los clientes efectivos y potenciales suelen conservar los catálogos.

Son una representación material de la empresa, que contienen no sólo sus productos y servicios, sino también los valores propios de la compañía.

Son piezas gráficas que complementan a la perfección otras formas de promoción, como los sitios Web y los folletos.

Ok continuemos con el proceso para realizar un catalogo:

En primer lugar, es necesario preguntarle al cliente cual es el objetivo de su catalogo, cual es la imagen que busca dar y el mensaje a comunicar, junto al estilo de la pieza.  


Luego, se define el público al que se dirigirá la publicación, es decir, si se tratará de un catálogo orientado a consumidores comunes o a otras empresas. Delimitar claramente el público teniendo en cuenta sus características sociales, culturales y económicas permite emplear una gráfica y un lenguaje adecuados. Además, de ello depende, por ejemplo, la cantidad de productos que se mostrarán en cada página (los catálogos orientados a compañías suelen presentar más artículos).

Ud. debe establecer con anticipación el presupuesto con el que cuenta para el diseño, la impresión y la distribución, ya que las características del catálogo dependerán en gran medida de él.

Hay que definir el número de páginas que tendrá el catálogo, el tipo y gramaje del papel, como así también la cantidad de colores a utilizar y el formato de la pieza.

También hay que tener en cuenta los tiempos estimativos que implican el diseño y la impresión.

Se realiza una lista completa de los productos que se van a mostrar en el catálogo. Después se los clasifica en distintas categorías.



Es muy importante que cada producto tenga una descripción breve (con el nombre, las características, el precio, el código, etc.). Los textos para los catálogos técnicos suelen ser más sintéticos.

Se realiza una diagramación general de todas las páginas, con los aspectos gráficos en común. También se seleccionan las tipografías que se emplearán.

Luego se diseñan las páginas específicamente, es decir, con un diseño particular según cada categoría de productos.
Se calcula cuál será la distribución aproximada de los elementos fotográficos.


Existen distintas posibilidades en cuanto a las imágenes de productos que se incluirán en un catálogo: pueden ser fotografías, ilustraciones o rendereos. Lo más usual es el uso de fotos, para las cuales se recomienda contratar a un fotógrafo profesional con experiencia en tomas fotográficas de productos. Luego de tener las imágenes es necesario procesarlas con un programa tal como el Adobe Photoshop. Mediante este programa se pueden corregir las fotografías, ajustar los colores y transformar el archivo de la imagen en un formato adecuado para la impresión (CMYK color, TIF format, etc.). 


Se lleva a cabo el diseño de la tapa y de la contratapa. La tapa, además de presentar el nombre de la compañía, puede incluir o no imágenes de los productos, y debe ser llamativa para atrapar la atención de los clientes.

Se realiza entonces la disposición final de todos los elementos. Se elige poner o no las fotografías sobre fondos. La distribución de los elementos debe ser clara, dejando espacios en blanco que faciliten la lectura del catálogo.

Una vez que se ha finalizado la etapa de diseño del catálogo éste se envía a la imprenta. Debe elegirse con anticipación el lugar en el que se realizará la impresión, para, por un lado saber desde el principio los costos y el modo de trabajo, y para que la imprenta esté lista (que la imprenta disponga, por ejemplo, de la cantidad suficiente de papel) para cuando usted lleve a imprimir sus catálogos. El diseñador es la persona adecuada para recomendar imprentas.

  Cuando los catálogos ya están impresos se procede a distribuirlos. Para realizar una distribución rápida y efectiva es necesario tener preparada con anticipación la lista de personas a quienes se enviarán los catálogos, o la presentación comercial en la que se los entregarán en mano.
 




Vale y para finalizar, algunos Tips que deben tener a la hora de diseñar el catalogo. 

Desarrollar la imagen de la empresa

El diseño del catálogo debe expresar la identidad de la compañía. Las formas, las líneas, imágenes y tipografías elegidas deben tener el estilo adecuado a los valores de la empresa. Para lograr que la identidad corporativa permanezca en la memoria de los clientes es importante mantener la misma estética en todo el catálogo. Sin embargo, también es necesario que, más allá de la línea gráfica general, haya variedad en el diseño para evitar que los lectores se aburran y abandonen la lectura. Una forma de variar es presentar diseños diferentes para las categorías de productos promocionados. Los cambios en el diseño tienen que estar en relación con el diseño general. Las variaciones de color, fondos y formas hacen que los lectores se detengan y lean con atención. De esta manera se logra atrapar la atención de los clientes, como así también se logra establecer una imagen corporativa recordable.

Diseñar una portada atractiva

Como en todas las publicaciones, la portada debe ser visualmente atrapante, y, en el caso de los catálogos, debe contener el nombre de la empresa. Es importante no sobrecargar de información la portada, dado que puede producir confusión. Fallar en el diseño de la tapa significa echar a perder todo el gran esfuerzo que implica realizar un catálogo.


Diseñar un interior atractivo

Además de la tapa, es importante que las páginas del interior atrapen la atención de los clientes. Ello puede lograrse colocando una imagen llamativa de un producto en la parte superior derecha de la página.

Utilizar fotografías individuales

En el caso de los catálogos de productos es fundamental utilizar fotografías individualizadas de ellos, y en lo posible, sin fondos. Las fotografías con fondos, o las que muestran un grupo de productos son menos recomendables. En cuanto a estas últimas, está comprobado que las imágenes de conjuntos de productos generan niveles bajos de ventas ya que no se destaca ningún artículo. Sólo en algunos casos es conveniente fotografiar elementos en grupo, como por ejemplo en el caso de los libros. Es preferible invertir más dinero en realizar fotografías individuales (en el caso de hacer fotografías colectivas, los conjuntos deben ser reducidos).



Resaltar las fotografías

Para que los productos ofrecidos en el catálogo sobresalgan y llamen la atención, lo ideal es presentar las fotografías sin fondo, con mucha luz y con colores fuertes. También pueden tener una sombra suave. De esta manera los productos resaltan de la página. Cuando se quiere presentar un producto nuevo o en oferta se puede utilizar una imagen sobre un fondo suave para evitar la monotonía.

Elegir la tipografía

Un catálogo debe, además de presentar imágenes de productos, incluir descripciones claras de ellos. Los textos deben ser legibles y por ello es importante elegir la tipografía y el cuerpo adecuados. No es aconsejable utilizar más de tres tipografías, ya que se puede generar confusión. Para marcar diferencias, subtítulos o partes destacadas del texto se recomienda emplear la misma fuente con variaciones en el tamaño, el color y el estilo. 

 

Incluir un formulario de pedido

Dado que la función principal de los catálogos es vender productos y servicios, una buena opción es incluir un formulario de pedido para facilitar la compra-venta. Aún cuando está comprobado que son pocos los clientes que utilizan esta clase de formularios, éstos son útiles porque los clientes pueden utilizarlos como guía para después hacer su pedido por teléfono o vía Internet. Además, en los formularios se pueden incluir los términos y condiciones de venta de la empresa.

Elegir el formato adecuado

Los catálogos de formatos estándar son los más económicos a la hora de imprimir y enviar por correo, ya que permiten en el caso de la impresión un máximo aprovechamiento de las medidas del papel y en el caso del envío, un formato adecuado a los tamaños aceptados por el correo. Además, los formatos convencionales se adaptan a los ambientes cotidianos, lo cual tiene la ventaja de evitar que el cliente deseche el catálogo por tener una forma incómoda y poco común. Pero una pieza de medida estándar también puede pasar inadvertida justamente debido a su normalidad. En este sentido, puede decirse que los catálogos de formato original llaman más la atención de los lectores, si bien por otra parte suponen un aumento en los costos.


Tener en cuenta la cantidad de páginas

El número total de páginas de un catálogo debe ser múltiplo de cuatro (incluyendo tapa y contratapa), y esto significa que cada vez que deseen agregarse páginas deben agregarse cuatro. De todos modos, esto dependerá del tamaño del pliego y de la forma en que se lo corte.

Elegir el tipo de papel

En el momento de elegir el tipo de papel para un catálogo hay que considerar no solamente su costo o su apariencia sino también su resistencia. Es importante que el papel elegido no se dañe al ser aplicada la tinta, que sea flexible y no se rompa fácilmente. Dado que un catálogo efectivo será consultado continuamente, se vuelve imprescindible utilizar un material resistente.

Se pueden realizar catálogos en papel obra o en ilustración -brillante o mate-, y con distintos gramajes. Del gramaje depende en gran medida la durabilidad del papel. La elección del material se realiza teniendo en cuenta la cantidad de piezas que se van a imprimir, ya que si se va a realizar una tirada grande es más conveniente desde el punto de vista económico utilizar papel obra, mientras que en tiradas chicas se puede emplear papel ilustración, de mayor calidad y atractivo estético.



Realizar un catálogo a cuatro colores

Está altamente comprobado que los catálogos a todo color generan más ventas que los realizados en blanco y negro o con un solo color. Esto se debe a que una impresión a cuatro colores -cian, magenta, amarillo y negro, con todas sus combinaciones- permite destacar en detalle cada uno de los productos ofrecidos. Además, en general un diseño a color llama más la atención de los clientes.

Elegir el tipo de encuadernación

Teniendo en cuenta que los catálogos son piezas que los clientes consultan con frecuencia, es importante que estén bien encuadernados (para evitar que las hojas se salgan, que se rompan o que el catálogo no pueda abrirse). Existen diferentes tipos de encuadernación: hojas cosidas, o unidas con pegamento, con grapas en el medio entre dos páginas o al costado, con peine plástico, o con espiral. 

Considerar la forma de distribución

Es importante preparar con anticipación una lista de envío, para poder calcular los gastos y el tiempo que llevará distribuir los catálogos. Éstos también pueden entregarse en mano en presentaciones comerciales. 

 


 

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